El portavoz de Podemos en el Ayuntamiento de Zaragoza, Fernando Rivarés, ha criticado que el Gobierno Azcón no tenga en cuenta la emergencia climática y la transición ecológica justa a la hora de diseñar las políticas y ha planteado una batería de propuestas en materia de urbanismo, energía y movilidad. Con motivo del Día Mundial contra el Cambio Climático, ha denunciado que en la ciudad predomina un urbanismo “invasivo” de “plazas de cemento”, una política de movilidad favorable al vehículo privado y que no existe ninguna política energética verde que ponga los kilovatios procedentes del sol en manos de vecinos, pymes y autónomos. “Hoy, Día Mundial de la Lucha contra el Cambio Climático, habrá aspavientos y palabras, pero no muchos hechos en la política zaragozana”, ha remarcado.
En palabras de Rivarés, la movilidad actual en Zaragoza, que mantiene unas líneas de autobús de los años 80 y 90, es “obsoleta” y “poco útil”, y “el coche privado sigue siendo protagonista de la calle”. Ha lamentado también que no se conciba la “Gran Zaragoza” -que incluye a la periferia, a los polígonos industriales, a los barrios rurales y a los municipios próximos-, en la que se producen 40.000 desplazamientos diarios que son “caros para las personas y mortales para el planeta”, o que la compra de autobuses eléctricos avance “a velocidad de atasco”.
De igual forma, ha criticado la ausencia de un plan de creación de zonas de ocio gratuito a la sombra para los cada vez más calurosos veranos y ha insistido en que la transición ecológica debe ser justa y “no dejar a nadie atrás”. “No se puede caer en la trampa de la prohibición para hacer de la ciudad un hábitat de segregación económica por renta, sino que hay que ofrecer alternativas reales”, ha subrayado el portavoz municipal de Podemos.
Una movilidad ecológica y del siglo XXI
Así, Rivarés ha planteado una serie de propuestas para avanzar en una transición ecológica que sea tan real como justa. En primer lugar, con la creación de una vez de un sistema público de transporte que ofrezca alternativas viables para que la gente abandone el vehículo privado y, en consecuencia, se reduzca el consumo masivo de combustibles y las emisiones de gases contaminantes. Una transición “rápida” y “justa”, ha continuado, que no suponga más coste para las personas usuarias y que cubra todos los destinos, incluyendo polígonos, barrios rurales y municipios cercanos.
Este sistema público de transportes del siglo XXI debe contemplar también líneas de alta capacidad que cubran los ejes esenciales, así como carriles bici, cercanías y sistemas mixtos de transporte ferroviario, bus circular sanitario de barrio y una reordenación de las líneas de autobús que llega “muy tarde”, ha apuntado Rivarés.
La energía como política medioambiental y social
En materia energética, Fernando Rivarés ha insistido en que el debate ya no es “si usar energía limpia o fósil”, que ha de ser “limpia sí o sí”, sino “de quién es la energía”. En este sentido, ha planteado la necesidad de crear planes de comunidades energéticas industriales y vecinales, con el objetivo de atender tanto a los polígonos industriales, y a las pymes y microempresas que se ubican en ellos, como a las comunidades de vecinos. Esto, además de una “herramienta poderosa de lucha contra el cambio climático”, es una herramienta de política social al abaratar “hasta el mínimo” la energía eléctrica consumida en las viviendas, las naves industriales y en los comercios de proximidad.
Un urbanismo para vivir mejor
Por último, el portavoz de la formación morada ha incidido en las consecuencias que está generando el cambio climático en la vida cotidiana de la gente, como los veranos cada vez más prolongados y calurosos. Estos “largos y ardientes” veranos hacen imprescindible la creación de nuevas zonas de esparcimiento, socialización y refresco en todos los barrios como alternativa de ocio gratuito durante los meses de más calor. Estas zonas, diferenciadas de los parques y lejos del tráfico, deben servir como espacios sociales y culturales sombreados y como lugar de descanso de las altas temperaturas que se sufren en muchos hogares. Entre ellos, Rivarés ha incluido la propuesta de creación de seis playas urbanas o zonas de baño en el río Ebro. Del mismo modo, ha apostado por una renovación de las calles de la ciudad que contemple más arbolado y por la construcción de aparcamientos en altura que sustituyan a los habituales en batería.