Durante los últimos 20 años se han acumulado una lista infinita de despropósitos en el saneamiento y depuración de aguas en Aragón que han llevado a que inmensas cantidades de dinero público se hayan gastado y comprometido en obras, a veces inexistentes y otras sobredimensionadas, y que está llevando a que muchos municipios y el conjunto de los ciudadanos vayan a tener que pagar esta factura durante las próximas décadas.
Este asunto afecta a tantos municipios, a tantas obras, por tanto dinero y durante tanto tiempo que, incluso conociendo las virtudes demostradas por la clase política aragonesa, se hace increíble que no haya algo más.
El informe de la cámara de cuentas señala que Aragón podría tener que pagar al Ministerio de Medio Ambiente el dinero que recibió par a construir las depuradoras en el pirineo, declaradas de interés general, pero que no se han ejecutado.
El convenio del Gobierno de Aragón con el Estado de 2008 preveía la construcción de casi 300 instalaciones para sanear el agua, de las que se han ejecutado tan solo el 10%. El Gobierno de Aragón destinó esos fondos a otras obras, en ocasiones, ni siquiera relacionadas con infraestructuras de saneamiento de agua.
Con estas cuestiones ha habido desde hace tiempo movilizaciones ciudadanas, como la de la Red de Agua Pública de Aragón, y desde hace poco empieza a haber reportajes y noticias en medios estatales pero hasta ahora no parecía un problema político para los partidos aragoneses. Podemos nació para levantar alfombras.