Lo hemos dicho siempre y lo repetiremos hasta la saciedad: existe un problema político y, como tal, debe solucionarse políticamente. La vía judicial que inició el Gobierno de Mariano Rajoy no es el camino para resolver problemas políticos.
Las mismas recetas que nos han llevado hasta esta situación no serán las que nos saquen de ella. La responsabilidad y la capacidad de diálogo son el único el camino para encontrar soluciones. El rechazo y la confrontación solamente nos llevan a enquistar más el problema.
Por todo ello, desde Podemos hacemos un llamamiento a la serenidad para respetar la ley y acatar las sentencias judiciales, pero a partir de ahí necesitamos responsabilidad y altura de miras para reconstruir puentes con Cataluña y entre una sociedad catalana dividida.
Todo el mundo era consciente de que las decisiones políticas tomadas por el Govern en el otoño de 2017 iban a tener consecuencias jurídicas. A pesar de ello, la sentencia deja claro que nunca hubo violencia, ni rebelión, ni golpe de Estado, por mucho que grite la derecha reaccionaria e irresponsable.
Este momento político exige responsabilidad y altura de miras. Necesitamos capacidad de diálogo para iniciar una reconciliación y un proceso de diálogo para encontrar soluciones concretas al conflicto.
Cabe reseñar que la filtración de la sentencia dice muy poco de la seriedad de la Justicia española. Nos parece lamentable que ocurran estas cosas en una democracia en pleno siglo XXI. El respeto a los tiempos judiciales, a las personas condenadas y el respeto a nuestras instituciones deberían estar por encima de todo.
Tenemos claro que ni las derechas incendiarias ni esos sectores riverizados del PSOE que agitan el 155 están por la labor de trabajar por una resolución del conflicto responsable y dialogada. Desde Podemos vamos a trabajar para construir puentes y encontrar soluciones porque debemos avanzar hacia un modelo de Estado que respete las particularidades de cada territorio.
Ese debate lo debemos abordar con amplitud, no solamente centrándonos en el conflicto catalán. En la construcción de un Estado plurinacional Aragón, los desequilibrios territoriales y los territorios abandonados tienen mucho que decir.