El salario mínimo interprofesional (SMI) establece el mínimo legal que un trabajador o trabajadora debe cobrar por su jornada de trabajo, indistintamente de su sexo y edad, así como del tipo de contrato que tenga (fijo, eventual, temporal…). El salario mínimo en España se fija cada año por el Gobierno incluyendo el salario mínimo diario, mensual y anual dentro de un modelo de 14 pagas.
En los últimos meses se ha hablado mucho del SMI y de la necesidad de actualizarlo de forma que garantice que la ciudadanía española pueda vivir con un mínimo de dignidad. Esto se debe a que en la última década hemos visto cómo la crisis económica se llevó por delante, en primera instancia, el empleo de calidad generando paro y pobreza. A continuación, la llegada del Partido Popular al Gobierno de España marcó un antes y un después en las políticas de empleo, teniendo consecuencias directas y muy negativas sobre la vida cotidiana de la gente. En dos de los cuatro años de la primera Legislatura de Rajoy en el Gobierno, el SMI se congeló, y en los otros dos años restantes, solamente tuvo un incremento de un 0,5%.
Pasamos de los parados a los trabajadores que no tienen un salario mínimo para vivir. La apuesta del Gobierno de Rajoy fue la reducción de la tasa de paro a partir de la devaluación del empleo y por ende de los salarios. Esto es, sustituir el empleo de calidad por un empleo low cost, cuyos salarios mínimos no garantizan vidas dignas a la ciudadanía. En poco tiempo España ha vivido un cambio muy drástico: hemos pasado de un escenario, durante la crisis económica, donde la pobreza estaba ligada al desempleo, a un escenario post-crisis donde el empleo que se genera no asegura vidas dignas a los trabajadores. Es decir, la reducción del paro a costa de la calidad del empleo nos ha llevado a un contexto de trabajadores pobres.
La moción de censura al Partido Popular no solo debe suponer el desalojo de M. Rajoy de la Moncloa, sino que también debe suponer el desalojo de sus políticas, especialmente las que han resultado más dañinas para la ciudadanía como las políticas de empleo. Por ello, desde Unidos Podemos conseguimos arrancarle al Gobierno de Sánchez, en el Acuerdo de Presupuestos para 2019, la subida del salario mínimo interprofesional hasta los 900 euros mensuales, una subida que supone un incremento del SMI de casi 200 euros al mes y que finalmente fue aprobada el pasado diciembre mediante Real Decreto. Esta subida del salario mínimo, de un 22,3%, es la mayor subida del SMI de la era democrática y es uno de los primeros pasos para avanzar hacia un modelo de empleo de calidad que promueva estabilidad y salarios decentes como herramientas claves para asegurar vidas dignas a toda la ciudadanía.