La alcaldesa de Fraga, María del Carmen Costa, del Partido Popular, haciendo uso de su capacidad para establecer el Orden del Día de los plenos del Ayuntamiento de Fraga, está limitando la voz y el voto la acción de la oposición. Y lo hace en debates y votaciones tan importantes y tan determinantes como la de los presupuestos municipales.
La primera vez que lo hizo fue cuando el anterior concejal de Podemos, Carlos Cabós, presentó su dimisión. Entonces, la alcaldesa popular decidió establecer este acto en el primer punto del día, para que Podemos-Equo no tuviera ni voz ni voto en los puntos siguientes de la sesión.
Ahora lo vuelve a repetir. Después de demorar al máximo la entrada de Alfonso Callejero, nuevo concejal de Podemos-Equo, en el próximo pleno, que será en el que tome posesión de su acta como concejal, la alcaldesa ha decidido ponerlo como último punto de la sesión para que el grupo municipal no pueda votar los puntos anteriores, entre los cuales se incluye, nada menos que, la relativa a los presupuestos del 2020.
Antes de conocer el Orden del Día para el próximo pleno, Podemos-Equo instó a la alcaldesa a establecer la toma de posesión de Callejero como primer punto del día. Así Podemos-Equo podía tener voz y voto en puntos tan relevantes como el debate y la aprobación de las cuentas del consistorio.
Después de haberle avisado, de disponer del Orden del Día y de comprobar que la toma de posesión se va a tratar como último asunto, desde Podemos-Equo nos queda claro que no se trata de un error, sino de una decisión política meditada y de dudoso carácter democrático.
La alcaldesa de Fraga con esta actitud le niega voz y voto a 337 fragatinos y fragatinas que el pasado 26 de mayo decidieron que Podemos-Equo era la mejor herramienta para defender sus intereses y demandas en el consistorio.
Negar la voz y el voto al representante de Podemos-Equo no es un mecanismo para garantizar la aprobación de las cuentas, representa un miedo al debate que deja a la popular María del Carmen Costa en entredicho y denota una enorme falta de altura política.