La concejala en el Ayuntamiento de Zaragoza, Amparo Bella, la secretaria de Feminismos y derechos LGTBI de Podemos Aragón, Blanca Grimal, y la diputada en Las Cortes Marta Prades se reunieron con 12 trabajadoras de Alumalsa en representación de las 25 que, a día de hoy, serían despedidas, según los criterios establecidos por la empresa para el ERE con el que planea despedir a un total de 230 trabajadoras y trabajadores.
Durante la reunión -en la que seis trabajadoras estuvieron presencialmente y otras seis atendieron a través de videoconferencia-, estas mujeres compartieron su experiencia profesional y las particularidades de la vinculación laboral de cada una de ellas con la empresa. Como pudimos extraer de este encuentro, estas 25 mujeres son las quedan después de una política de contratación discriminatoria aplicada por la empresa, por la que las trabajadoras no sólo empezaron a trabajar en esta empresa a partir de 2010, siendo un sector masculinizado hasta entonces, sino que han acumulado temporalidades en mayor número que sus compañeros. Esto las deja en una situación de desigualdad, pues de ningún modo lograrían llegar a tener la misma antigüedad que sus compañeros.
En Podemos apoyamos el pleno empleo en Alumalsa y el que no haya despidos, pero no compartimos que las trabajadoras de esta empresa sufran cualquier tipo de discriminación por el hecho de ser mujeres. Insistimos en que se respete y se cumpla la Ley de Igualdad y el plan de igualdad de empresa. Además, defendemos el tejido productivo aragonés frente a las deslocalizaciones y que el valor añadido se quede en esta tierra.
Desde Podemos insistimos en “visibilizar la precaria situación de las mujeres en empresas mayoritariamente masculinizadas, en donde es preciso que los planes de igualdad faciliten el acceso de las mujeres a estos empleos con los mismos derechos” que sus compañeros.
Respaldamos la postura de las trabajadoras de Alumalsa que defienden que frente a una negociación con la empresa se apliquen baremos equitativos que superen la realidad de desigualdad a la cual se han enfrentado por mayores tasas de temporalidad y la dificultades en el acceso a empleos fijos en dicha empresa.
La integración de las mujeres es imprescindible y para ello no se puede destruir el empleo femenino. Ya que la empresa dice tener un compromiso con la igualdad, tiene que activar medidas que garanticen la permanencia de las mujeres en sus puestos de trabajo.
Tras el encuentro acompañamos a las trabajadoras en la manifestación que comenzó en la plaza de San Miguel y terminó en la plaza del Pilar.