El Tribunal Supremo ha rechazado el recurso presentado contra la sentencia que anulaba el proyecto del embalse de Biscarrués. Una decisión que supone, prácticamente, la desestimación de este proyecto faraónico e insostenible. Esta decisión supone la confirmación de la sentencia de la Audiencia Nacional de 2017 que anulaba el anteproyecto y la declaración de impacto ambiental por el incumplimiento de la Directiva Marco del Agua.
Tanto la sentencia emitida por la Audiencia Nacional en 2017 que anulaba el anteproyecto, como la decisión del Tribunal Supremo de no aceptar el recurso, dejan al proyecto del embalse herido de muerte. Además, esta decisión judicial crea una jurisprudencia histórica para este tipo de proyectos hidráulicos faraónicos e insostenibles.
Estamos ante un proyecto que representa las políticas del pasado que durante años han supuesto un modelo de desarrollo insostenible y un duro golpe para las arcas públicas a base de despilfarrar dinero para redactar proyectos, modificaciones u obras plagadas de sobrecostes. Era un proyecto anacrónico, insostenible e injusto, que suponía una grave amenaza para un territorio vivo.
Durante años se ha invertido dinero público para impulsar este proyecto que lleva años judicializado y que cuenta con la oposición local. Ante todo ello, nos preguntamos: ¿Cuánto han mermado los derechos de los aragoneses, año tras año, porque los presupuestos recogían una y otra vez partidas para grandes embalses, que sabían que nunca se iban a ejecutar?.
La decisión del Tribunal Supremo supone una victoria histórica para la Galliguera, un territorio que lleva tres décadas de lucha, plantando cara a este proyecto y apostado por un desarrollo rural sostenible en torno al río Gállego.
Desde Podemos Aragón celebramos esta decisión que supone la desestimación de este proyecto injusto e insostenible y alejado del interés general. Vamos a seguir trabajando para impulsar políticas que beneficien al medio rural desde el interés general y desde la sostenibilidad económica y ambiental.