El Gobierno de Lambán cobra el Impuesto sobre la Contaminación de las Aguas (ICA) de 2018 a 16 nuevas localidades, anticipándose al debate para su reforma que tendrá lugar en septiembre y sin aplicar nuevas bonificaciones como anunció en febrero para acallar la polémica con Zaragoza que estaba en pleno auge.
Lambán se apresura a cobrar el ICA anticipándose a la Comisión de Investigación sobre este impuesto que comienza el próximo mes, en la que se podrán debatir alternativas para mejorar el sistema y rebajar el cobro, para recaudar y asegurarse ese dinero, ya que aunque se lograra un acuerdo esos recibos no se van a devolver.
Con esta ampliación ya hay más de un centenar de municipios de Aragón pagando el ICA.
Recibimos claro el mensaje de Lambán: “que la gente de a pie pague la corrupción”. Una muestra más de para quién trabaja su gobierno, que recientemente ha reformado el impuesto de herencias para dar un cheque regalo a los ricos recortando los ingresos que pagan los servicios públicos de la ciudadanía aragonesa.
Este cobro, además, se envía sin que se haya cerrado la Comisión de Investigación del PASD y se hayan depurado las consiguientes responsabilidades.
El informe de la Cámara de Cuentas y los datos y testimonios de los comparecientes dan suficientes indicios de irregularidades y de suficiente gravedad como para hacer una moratoria del cobro total. El ICA viene a sufragar un proyecto oscuro y sobredimensionado y que se está esclareciendo como un fraude.
Con este acto Lambán se pone al frente cual “cobrador del Frac” y asume que el impuesto es suyo y el pufo, por lo tanto, también.
Vemos por enésima vez que Lambán incumple su compromiso con los aragoneses, a quienes les dijo a principios de año que modificaría el impuesto. Ver a Lambán faltando a su palabra es una constante ya, recordemos que prometió no tocar sucesiones y lo ha hecho, y prometió bajar el ICA y tampoco lo ha hecho.
«Donde dije digo, digo Diego». Desde Podemos Aragón miramos con preocupación a un Gobierno que no tiene palabra y no cumple sus promesas, ya no con Podemos sino con la propia ciudadanía aragonesa.