La mañana de este viernes, 14 de agosto, hemos presentado alegaciones al proyecto Mina Muga, por ser un proyecto «contrario» al desarrollo sostenible de Aragón. Una acción que se realiza de forma coordinada junto a las presentadas por Podemos en Navarra y en el Grupo confederal de Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados.
Marta de Santos, nuestra secretaria de Transición Energética y Cambio Climático, expresa que llevan a cabo esta acción movidos por el hecho de que “Mina Muga no puede traer más puestos de trabajo que inseguridad, sobre todo por la proximidad con el pantano de Yesa” y “debido a las incertidumbres del proyecto que han crecido conforme se ha ido tramitando”.
Si el proyecto sigue adelante, esta sería “la excavación minera más grande del país, siendo que está en una zona vaciada, que tratan de justificar en base a unos pocos puestos de trabajo”, según De Santos. “Pero además de no justificarlos adecuadamente, ni asegurar que suponga en ningún caso asentamiento de población en Aragón, en esta tierra ya hemos vivido las consecuencias de este discurso que se queda en agua de borrajas, y tenemos suficientes herencias malditas como la del lindano, no muy lejos de ahí”, apunta.
Alertamos también que a pesar de los informes desfavorables de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), del Instituto Geológico y Minero de España o del Instituto Geográfico Nacional (IGN), “recientemente se han conocido los avances llevados a cabo para la concesión de permisos para investigación de la excavación”.
El proyecto se ha ido modificando sustancialmente conforme avanzaban en su tramitación, y actualmente aparecen severas dudas de que se cumplan siquiera las condicionantes que se les puso en los primeros trámites, como la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) que se les concedió en su día.
Actualmente, adolece de importantes carencias porque no se tiene en cuenta la biodiversidad del territorio, no quedan claros los estudios de afección en relación al mayor pantano de Aragón, Yesa, muy cercano y con movimientos continuos como indican los estudios de la CHE a los que podría sumar movimientos y peligros de sismicidad.
Por si fuera poco el caudal de dudas que arroja este nuevo documento que hoy se alega, mostramos gran preocupación porque la extracción de potasa generará una gran cantidad de residuos, unos cuatro millones de toneladas al año, y no se estudian adecuadamente o deja dudas a la posible contaminación de acuíferos que se usan para agua de boca, por ejemplo. Del mismo modo, plantea dudas severas sobre las afecciones que pudiera ocasionar a la Comunidad de regantes de Bardenas.
Teniendo en cuenta que la gestión y calidad del agua en Aragón es algo prioritario para nosotros, este no es un tema que vayamos a dejar pasar. Así, dado que el Gobierno de Aragón encomendó la gestión junto al de Navarra en el Ministerio, hemos propuesto en el seno del Gobierno del que formamos parte que se amplíe la información y se realicen los trámites necesarios para que no sea autorizado jamás un nuevo proyecto que pudiera suponer peligro y futuro desastroso para nuestra tierra. Y así, seguir en nuestra senda de priorizar las inversiones e impulso a proyectos sostenibles, que asienten población de forma digna, pero siempre adaptados a la realidad del Cambio Climático y que cuiden nuestro valores naturales.